viernes, 27 de diciembre de 2019

Conjuntivitis alérgica


Es una inflamación de la conjuntiva provocada por una reacción a algún alérgeno.
Los síntomas varían entre las personas y según las zonas geográficas. Puede ser estacional o perenne.

Puede provocar picor o escozor, inflamación, secreciones de tipo acuoso, ojos llorosos y enrojecimiento ocular.

Se puede reducir sus efectos evitando lo máximo posible la exposición al alérgeno y pueden aplicarse gotas lubricantes y, en algunos casos, administrarse antihistamínicos.

Un paciente con conjuntivitis alérgica puede presentar varios síntomas. Puede aparecer de forma estacional asociada a épocas en las que aumentan los alérgenos que la causan o puede ser también perenne (durante todo el año). Suele afectar a ambos ojos a la vez, y algunos de los síntomas pueden ser:

Picor o escozor en los ojos
Hinchazón de los párpados, especialmente por la mañana
Ojos llorosos y lagrimeo
Visión borrosa temporal
Secreciones de tipo acuoso o viscoso
Enrojecimiento ocular
Dilatación de los vasos sanguíneos de la conjuntiva

No olvides acudir al Oftalmólogo…

Información de… https://bit.ly/374K1rv                                   Continuará…

lunes, 23 de diciembre de 2019

Temblores en los párpados: mioquimia y blefaroespasmo


Los temblores en los párpados son muy comunes y habituales entre la población. Cuando alguien dice “me tiembla el ojo”, lo que ocurre en realidad es una especie de fasciculación, palpitación o espasmo en el párpado, conocido técnicamente como mioquimia orbicular que puede o no apreciarse a  simple vista.


Suele aparecer repentinamente y lo más frecuente es que persista sólo durante un breve periodo de tiempo (segundos o minutos) y desaparezca sin ningún tipo de molestia mayor. Estas fasciculaciones pueden repetirse. Se trata de un temblor provocado por contracciones benignas e involuntarias en el músculo orbicular que es el encargado de cerrar los párpados.

La mioquimia orbicular suele ocurrir únicamente en uno de los párpados y, con mayor frecuencia, en el de abajo. En general, este tipo de temblor no llega a cerrar completamente el ojo (es solo un “temblor”) y no suele persistir durante mucho tiempo.

En el caso de alguna de estas situaciones se dieran, podría tratarse de algún desorden muscular o neurológico más grave, como el blefaroespasmo o el espasmo hemifacial por lo que habría que consultar con el oftalmólogo.

En el caso de que se trate de un temblor común y benigno (mioquimia), puede tener relación con el estrés, la ansiedad, el consumo de bebidas estimulantes, el tabaco, etc. También puede tener relación con la sequedad e irritación ocular, y con la falta de sueño y descanso.

En cualquiera de estos casos, los movimientos palpebrales no revestirían gravedad ninguna y no sería necesario acudir al oftalmólogo, sino que habría suficiente con esperar a que desaparezcan solos o seguir una serie de consejos que ayuden a hacerlos desaparecer. Sólo en caso de no desaparecer y persistir en el tiempo recomendamos visitar al oftalmólogo especialista en párpados.

En el caso de otras afecciones más graves, como el blefaroespasmo o el espasmo hemifacial, ya no se trata de pequeños temblores si no de espasmos más enérgicos y deben ser estudiados por un especialista en neuroftalmología que descartará si existen o no enfermedades asociadas y valorará la derivación para su tratamiento a los especialistas en oculoplástica (especialistas de los párpados). Los siguientes síntomas requieren revisión oftalmológica, puesto que combinados con otros pueden indicar la presencia de una enfermedad:


Los espasmos provocan el cierre completo de los párpados
Existe dificultad para mantener los ojos abiertos durante el día
Experimenta temblores en otras zonas de la cara a parte de la zona ocular
Los espasmos se dan en ambos ojos al mismo tiempo
Tiene antecedentes en su familia de enfermedades relacionadas con estos síntomas

En el caso de la mioquimia orbicular, las contracciones involuntarias suelen desaparecer por sí solas. Sin embargo, se pueden seguir una serie de trucos caseros para paliar sus efectos. En general disminuir el nivel de estrés y ansiedad ayudará a que desaparezcan y que no se repitan. Hay otros tratamientos que pueden facilitar su desaparición como  aplicar gotas humectantes para mantener los ojos hidratados o utilizar gafas de sol o aplicar contrastes de frío y calor en intervalos de 10 segundos para mejorar la circulación del párpado. En el siguiente artículo describimos los principales remedios para la mioquimia orbicular o temblores en los párpados.

Por otro lado, en el caso de los blefaroespasmos y espasmos hemifaciales diagnosticados por neuroftalmólogos o oculoplásticos, el tratamiento de elección son las inyecciones de toxina botulínica para relajar temporalmente la musculatura de los párpados y evitar que se contraiga.

No dejes de acudir regularmente al oftalmólogo.

Con información de… https://cutt.ly/Le6aOXt

viernes, 20 de diciembre de 2019

Catarata secundaria


La catarata secundaria es una opacidad de la cápsula posterior del cristalino que puede aparecer tras unos meses o años de haberse sometido a una operación de extracción de cataratas.


Esto impide el paso de la luz a la retina y conlleva pérdida de visión. Hasta un 20% de los pacientes que se han sometido a una extracción de cataratas pueden sufrir este trastorno.



Se produce cuando hay una proliferación de células epiteliales del cristalino de la capsula posterior hacia la nueva capsula que lo sostiene. En cualquier caso, no se trata de una reaparición de la catarata que se operó anteriormente.

No es posible saber si un paciente desarrollará una catarata secundaria tras la extracción de cataratas. Pero se suele desarrollar, principalmente, en aquellos pacientes más jóvenes que se han sometido a una operación de cataratas.

Así pues, si se notan problemas de visión tras este tipo de intervención, se debe acudir al oftalmólogo para realizar una valoración oftalmológica.
Se asocia a síntomas similares a la catarata primaria, como son:

Falta de agudeza visual que dificulta la visión cercana y lejana y que puede afectar a uno o ambos ojos.
Deslumbramiento, sobre todo con luces frontales por la noche.
Disminución en la percepción de colores.
Visión borrosa u opaca.


El tratamiento que se suele recomendar tras su aparición es la realización de una capsulotomía.

Es posible que durante los días posteriores note que la visión aún no está del todo recuperada y que esta sea borrosa. Si nota que tiene moscas volantes, ve luces intermitentes o una cortina oscura que se mueve de arriba abajo o hacia los lados, deberá acudir urgentemente al oftalmólogo para descartar cualquier trastorno de riesgo.

Acude al oftalmólogo.

Información de… https://cutt.ly/6e6aUAD

lunes, 16 de diciembre de 2019

El cuidado de ojos en bebés, niños y adolescentes


¿Qué es importante prevenir?
Algunos problemas, como la ambliopía, pueden tratarse en bebés y niños pequeños pero son irreversibles una vez el niño crece.

Por eso, ante cualquiera de los siguientes síntomas es aconsejable realizar una revisión completa por parte de un especialista en oftalmología pediátrica:


Bajo rendimiento escolar
Falta de atención y concentración
Evita actividades como leer, pintar, dibujar o juegos que requieren enfocar de cerca
Posiciones no naturales de la cabeza (ladea la cabeza para enfocar)
Dificultad para distinguir los colores
Molestia frente a la luz
Enrojecimiento de los ojos
Manchas blanquecinas en la zona de la pupila

Una buena visión es esencial para el desarrollo físico y mental de un niño, de esto dependerá su éxito académico y su bienestar general.

El sistema visual de los bebés y niños pequeños no está completamente desarrollado y requieren información de ambos ojos para que la visión se desarrolle correctamente en el cerebro.

Cuando los ojos de un niño no envían imágenes claras al cerebro, su visión puede verse limitada y es posible que no pueda corregirse más adelante en la vida.

Pero si los problemas se detectan de manera precoz, suele ser posible tratarlos de manera efectiva.

Revisión recién nacido
Examen ocular a fondo
Prueba de reflejo rojo
Es importante examinar los ojos de un recién nacido y realizar una prueba de reflejo rojo (indicador básico de que los ojos están bien), así como examinar a fondo cualquier recién nacido prematuro o que corra riesgo de sufrir otros problemas oculares por historial familiar de trastornos de la visión graves en la infancia o por señales de anomalías.

Revisión
Bebés de 6 a 12 meses
Es necesario realizar un segundo examen ocular en niños con buena salud entre los seis meses y el primer año de vida.

Niños de 1 a 2 años
Se puede realizar un test para valorar sus habilidades visuales en edad preverbal y se valorará el alineamiento ocular.

En caso de que los ojos del niño estén desalineados, tengan ambliopía o errores de refracción, deberá someterse a una revisión para iniciar un tratamiento lo antes posible.

Entre los 3 y 4 años
Evaluar alineación de los ojos con optotipo
Examen fotométrico de agudeza visual
A partir de los tres años y antes de los cuatro, hay que evaluar la visión del niño y la alineación de sus ojos, junto con la agudeza visual mediante un optotipo una vez el niño pueda cooperar.

Los exámenes fotométricos son otra manera de comprobar la agudeza visual sin necesidad que el niño coopere y conseguimos determinar también si un niño puede enfocar de lejos, de cerca y a una distancia intermedia.

Revisiones periódicas desde los 4 años hasta la adolescencia
Cuando el niño empiece la escuela, o en cualquier momento en el que exista una sospecha de un posible problema ocular, es necesario realizar una revisión, para detectar cualquier desalineación o problemas de refracción, entre otros.

La hipermetropía es el defecto refractivo más común en esta franja de edad, durante la que se debe corregir con el uso de gafas.

Información de… https://bit.ly/2Pv2cPI

jueves, 12 de diciembre de 2019

Alta miopía o miopía magna


La miopía es una condición que ocurre cuando en ojos que tienen un mayor tamaño del normal las imágenes se enfocan delante de la retina y no sobre ella. Esto produce que la visión resulte borrosa en distancias lejanas y, también, una disminución importante de la agudeza visual.

¿Qué es la alta miopía o miopía magna?
En este tipo de trastorno, cuanto más aumentan las dioptrías, más se alarga el ojo (longitud axial) y, mayor es el riesgo de que derive en trastornos visuales asociados.


Algunos de estos trastornos pueden ser:

Desprendimiento de retina; los pacientes que presentan una miopía superior a las 5 dioptrías tienen un riesgo 10 veces mayor de padecer este tipo de desprendimiento. Cuando esto ocurre, el paciente suele presentar destellos luminosos, moscas volantes, defectos del campo visual como ver una cortina negra e incluso pérdida total de visión.

Glaucoma; la miopía no es una causa directa del glaucoma, pero sí puede ser un factor de riego para desarrollar esta patología. Los pacientes miopes deben ser conscientes que, aunque, se hayan sometido a cirugía refractiva, el riesgo de padecer glaucoma sigue existiendo.

La alta miopía puede favorecer la atrofia progresiva de la retina y la coroides, la degeneración del vítreo, alteraciones del nervio óptico, hemorragias retinianas e incluso agujeros maculares.

Catarata; este tipo de trastorno se suele desarrollar antes en los pacientes que presentan miopía magna.

Más información en https://bit.ly/2t0s1Qp

lunes, 9 de diciembre de 2019

El diagnóstico de la Uveítis y su tratamiento


Con el objetivo de diagnosticar el tipo de uveítis y, en los casos en que sea posible, su causa, el doctor revisará su historial médico y le hará preguntas sobre sus antecedentes en cuanto a salud general y ocular, que puedan estar relacionados con la uveítis.

Posteriormente, en cada visita se le revisará la visión y la presión intraocular. Se examinará el ojo por medio de una lámpara de hendidura y se le dilatarán las pupilas mediante un colirio para facilitar el examen del fondo del ojo.


Puede que se requiera la realización de pruebas adicionales como una OCT (tomografía de coherencia óptica), una prueba de campo visual o una angiografía de retina, con el objetivo de evaluar posibles complicaciones provocadas por la inflamación, como pueden ser cataratas, glaucoma o edema retiniano.

Además, puede ser necesaria la realización de análisis de sangre y/o radiografías para ayudar a detectar la causa de la uveítis.

El tratamiento dependerá del tipo de uveítis y de la gravedad de la inflamación.

En caso de que se considere que la uveítis deriva de una infección, se añadirán antibióticos o fármacos antivirales a su tratamiento.

La mayoría de las uveítis anteriores se tratan con colirios de corticosteroides, que se administraran de forma bastante frecuente al inicio y se irán reduciendo a medida que se observe una mejoría

También se administran colirios midriáticos para aliviar el dolor y evitar sinéquias del iris al cristalino, ya que dificultaría el examen del fondo del ojo y ayuda a reducir el riesgo de elevación de la presión intraocular. Estas gotas causan borrosidad temporal de la visión y sensibilidad a la luz.

Cuando la inflamación afecte al humor vítreo, la coroides o la retina, puede ser necesario el uso de corticosteroides por vía oral, en comprimidos o inyecciones alrededor del ojo y/o dentro del globo ocular.

En el caso de que los corticosteroides no puedan controlar por sí solos la inflamación, o se produzcan efectos secundarios adversos se añadirán fármacos inmunosupresores.
Acude regularmente al oftalmólogo.
Información de https://bit.ly/2CMvTWx

martes, 3 de diciembre de 2019

Dacriocistitis

Es la inflamación causada habitualmente por una infección del saco lagrimal, debido a una obstrucción de la vía lagrimal.


¿Qué síntomas provoca?
Dolor, enrojecimiento y edema a nivel de la parte interna del párpado inferior (sobre el saco lagrimal), lagrimeo, secreción, fiebre ocasional o recurrente.

¿Cuáles son sus signos?
Edema doloroso y eritematoso localizado a nivel de la porción nasal del párpado inferior, que se extiende hacia la zona de la periórbita nasal. Cuando se hace presión sobre el saco lagrimal, puede haber salida de secreción mucoide o purulenta a través del punto lagrimal.

Otros signos pueden ser la formación de fístula (a menudo con punto de emergencia a nivel del tendón cantal medial) o un quiste en el saco lagrimal o mucocele, en especial en casos crónicos. Rara vez aparece como complicación una celulitis orbitaria o facial.

¿Cuáles son sus causas?
La más común es la obstrucción del conducto lacrimonasal, aunque también pueden producirla, con mucha menos frecuencia, otras condiciones como traumatismos faciales, cirugía nasal previa, tumoraciones.

Acude regularmente al Oftalmólogo.
Información de… https://cutt.ly/me0LxNa