miércoles, 16 de noviembre de 2016

Función de la córnea

La córnea es una estructura del ojo que permite el paso de la luz desde el exterior al interior del ojo y protege el iris y el cristalino. Posee propiedades ópticas de refracción y para garantizar su función debe ser transparente y es necesario que mantenga una curvatura adecuada.

La córnea está integrada por seis capas celulares: el epitelio corneal, la membrana de Bowman, el estroma corneal, la capa de DUA, la membrana de Desemet y el epitelio posterior o endotelio corneal.


La función de la córnea puede ser dividida en dos tipos de cometidos:

- Actúa como escudo protector del ojo, protegiéndolo del polvo, de los gérmenes y de otros factores de riesgo. La córnea comparte esta función protectora con el párpado, la órbita ocular, las lágrimas y la esclerótica (la parte blanca del ojo).
- Controla el enfoque y la entrada de luz al ojo. De hecho, es la primera de las lentes que forman el sistema óptico y es la responsable de las dos terceras partes de la potencia refractiva (de enfoque) del ojo. La córnea realiza esta función de forma estática, reforzando la actividad del cristalino que enfoca de manera dinámica adaptándose para la visión cercana y la visión lejana.

Diversas enfermedades de la córnea pueden alterar sus características y provocar una visión defectuosa.

    -       Problemas de la superficie corneal: alergias, úlceras, erosiones corneales, queratitis…
    -       Alteraciones de la estructura corneal, como el queratocono
    -       Patologías infecciosas.
    -       Distrofias corneales.
    -       Opacidad corneal.


Además, los defectos refractivos (miopía, hipermetropía y astigmatismo) también tienen su origen en la córnea.

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