Retinoscopia
Es una técnica empleada para
medir el poder refractivo del ojo interpretando la luz reflejada en su retina
al iluminarlo con un retinoscopio. Permite detectar irregularidades en la
córnea y en el cristalino.
De forma práctica, consiste
en observar el movimiento del “reflejo” procedente de la retina del paciente y
ponerlo en relación con el movimiento del retinoscopio.
Para realizar el examen es
necesario el retinoscopio, que es un aparato de mano constituido por una fuente
luminosa, y una lente condensadora que proyecta un haz de luz, levemente
divergente, como saliendo de atrás del aparato; y que consta de un visor que
nos permite observar el reflejo de dicha luz en la retina del paciente.
El objetivo es explorar en
el “punto remoto” del paciente, esto es la neutralización de los reflejos que
proceden de la retina del paciente, es utilizado para determinar si sus ojos
están “20/20” o si tienen dificultades para ver cosas de cerca o de lejos
Es un procedimiento
relativamente rápido e indoloro, en el que los ojos pueden humedecerse o
lagrimear levemente al exponerse a la luz del retinoscopio.
El tiempo estimado para la
retinoscopia es de 5 a 10 minutos.
Visita al oftalmólogo frecuentemente…
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