¿Por qué se dilatan las pupilas?
La pupila dilatada o midriasis suele ser
consecuencia de una situación de baja iluminación, es decir, visión escotópica.
La pupila es un pequeño orificio ocular que permite y regula el paso de luz
hasta la retina. Está cubierto completamente por la córnea y rodeado por el
iris. Las fibras musculares que forman el iris aumentan o disminuyen de tamaño,
produciendo la contracción o dilatación pupilar. Esto se hace de forma
automática para controlar la cantidad de luz que el ojo permite que entre en el
globo ocular.
La miosis es la contracción de la pupila.
Suele suceder cuando se dan situaciones de luz intensa y se activa la visión
fotópica. En la contracción de la pupila intervienen los músculos circulares
del iris o esfínter iridiano.
Por el contrario, la midriasis es la
dilatación de la pupila y en términos generales ocurre cuando se expone la
visión a una luz tenue y se activa la visión escotópica. En la dilatación de la
pupila intervienen los músculos radiales del iris.
Causas no relacionadas con la luz ambiental
La luz ambiental no es lo único que hace que
las pupilas cambien de tamaño, existen otros factores que hacen que los
músculos que forman el iris se contraigan o dilaten de forma llamativa.
Las emociones muestran su efecto a través de
las pupilas. Por ejemplo, el enfado provoca miosis y la excitación, por el
contrario, produce dilatación pupilar. También te puede interesar: Dilatación
pupilar frente a estímulos emocionales y cognitivos.
La ingesta de agentes químicos y sustancias
tóxicas de diferentes tipos pueden dilatar las pupilas. Y el consumo de drogas,
tiene un efecto directo sobre los músculos del iris. Los opiáceos provocan
contracción de la pupila y otras drogas, como la cocaína, generan una
dilatación bastante vistosa de las pupilas.
Dilatación pupilar como síntoma de
enfermedades
Además de todo lo mencionado anteriormente,
son muchas las enfermedades que tienen como signo claro, la dilatación de las
pupilas. Por lo tanto, ante cualquier anomalía en el estado de las mismas es
importante visitar al oftalmólogo para que se pueda realizar un diagnóstico
certero y evitar graves problemas de salud.
·
Las enfermedades
neurológicas, como los tumores en el cerebro, son capaces de modificar la
situación normal de las pupilas, creando, incluso, tamaños diferentes en cada
uno de los ojos (anisocoria).
·
Los daños cerebrales
pueden ocasionar un trastorno llamado midriasis arreactiva simétrica. Es decir,
las pupilas están dilatadas y no se contraen cuando incide la luz brillante. Es
frecuente tras un traumatismo que la persona que asiste al herido compruebe la
correcta dilatación de las pupilas, con esto hace una primera valoración de un
posible daño cerebral.
·
Un efecto del
síndrome de Claude-Bernard-Horner es la miosis de una de las pupilas, es decir,
la contracción pupilar. Esto hace a su vez que la otra pupila pueda parecer
dilatada. Este síndrome se debe a un daño en los nervios simpáticos de la cara
y se caracteriza por la miosis ya citada, párpado caído (ptosis palpebral) y
enoftalmos (hundimiento del globo ocular) y puede ser sintomático de una lesión
de la arteria carótida, un tumor en la parte superior del pulmón o lesiones en
el tronco del encéfalo.
Por norma general, la midriasis anormal suele
indicar un problema de salud más grave cuando va acompañada de otros síntomas
importantes como: la visión borrosa o doble, el dolor de cabeza, la fiebre, la
pérdida de visión, el dolor en los ojos, náuseas, cuello rígido o sensibilidad
ocular ante la luz.
Información de… https://bit.ly/2PoOA6D
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