Cáncer de parpado
El cáncer de párpados puede
afectar los párpados y la región circunyacente. Son más frecuentes en el
párpado inferior pero pueden encontrarse en cualquiera de las estructuras que
rodean el ojo.
Normalmente aparecen como
nódulos indoloros, de aspecto perlado, con pérdida o modificación de las pestañas
y del vello cutáneo vecino. Puede haber ulceración, con exudación, rojez y
cambio del aspecto de la piel. La aparición de estos signos debe llevar a la
práctica de una biopsia.
Al igual que otros tipos de
cáncer de piel, el que se genera en los párpados puede ser producto de una
excesiva exposición al sol durante la niñez, en particular en personas de piel
muy clara.
La forma más común es el
carcinoma de células basales o en menor medida el de células escamosas. Ambos
se desarrollan localmente y usualmente no se extienden a otras partes del
cuerpo. Sin embargo, si no son extirpados totalmente, pueden invadir áreas
vecinas y el de células escamosas puede afectar los nódulos linfáticos de
cabeza y cuello.
Ambos tipos son de
crecimiento lento, pero deben ser erradicados lo más pronto posible. El tumor
debe ser extirpado totalmente, minimizando al máximo la cantidad de tejido
normal circundante, para conseguir la mejor reconstrucción posible mediante
técnicas oculoplásticas.
Hay otras formas, más raras,
como el de glándulas sebáceas o el melanoma maligno, que metastasizan otras
partes del cuerpo, por lo que deben ser tratados rápidamente de una manera más
agresiva por su peligro de expansión.
El tratamiento quirúrgico
comporta la extirpación completa del tumor seguida de la reconstrucción de
cualquier defecto post-quirúrgico mediante sofisticadas técnicas de cirugía
reconstructiva oculoplástica, específicas para cada situación, que han de
permitir recuperar la función palpebral de protección del ojo, preservación de
la visión y reconstrucción estética satisfactoria.
Con información de… https://goo.gl/ETTdMq
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