Distrofias de la retina
Las distrofias retinianas son un conjunto heterogéneo de
enfermedades hereditarias que provocan una pérdida progresiva y severa de
visión, dado que alteran la anatomía y/o la función de la retina. Actualmente
no tienen cura, aunque se está investigando para poder tratarlas, con terapias
génicas y celulares.
Estas patologías pueden causar un daño en las células
fotorreceptoras, bien sean, predominantemente, los conos (responsables de la
visión en detalle y de color), los bastones (especializados en la visión
nocturna y periférica) o ambos a la vez. Es el caso de la enfermedad de
Stargardt, la retinosis pigmentaria o la distrofia de conos-bastones,
respectivamente.
También hay ciertas distrofias hereditarias, como la
retinosquisis juvenil, la vitreoretinopatía exudativa familiar o el síndrome de
Stickler, en las que se producen alteraciones del vítreo y de la retina. En
otras, como la coroideremia, el problema de base está en la coroides, capa
situada por debajo de la retina.
La mayoría de distrofias de retina son enfermedades localizadas
exclusivamente en el ojo, aunque a veces pueden asociarse a manifestaciones
extraoculares (síndrome de Usher, síndrome de Bardet-Biedl) en cuyo caso
hablamos de distrofias retinianas sindrómicas.
Por su baja prevalencia, las distrofias de la retina son
consideradas enfermedades minoritarias o “raras” (afectan a menos de 1 de cada
2.000 personas).
Tienen origen genético, por lo que pueden transmitirse de
generación en generación mediante diferentes tipos de herencia.
Herencia dominante: suelen haber afectados en todas las
generaciones de la familia, ya que las personas portadoras de la mutación
responsable de la enfermedad presentan la patología. Esta se transmite
aproximadamente al 50% de los descendientes, como la enfermedad de Best.
Herencia recesiva: habitualmente solo hay familiares afectos en
una generación, ya que los pacientes portadores de una mutación están sanos,
mientras que los portadores de dos mutaciones en el mismo gen desarrollan la
enfermedad. Así ocurre en la enfermedad de Stargardt.
Herencia ligada al cromosoma X: únicamente los hombres de la
familia padecen la patología, aunque las mujeres pueden ser portadoras de la
mutación y transmitir la enfermedad a sus hijos varones con un 50% de
probabilidad. En este grupo se engloba, entre otras, la coroideremia.
La retinosis pigmentaria, la distrofia de la retina más
frecuente, es un ejemplo de patología que puede transmitirse a través de los
tres patrones de herencia mencionados, en función del gen implicado.
La genética de las distrofias de retina es compleja: una misma
patología puede estar causada por varios genes y, a la vez, un mismo gen puede
estar relacionado con diferentes enfermedades. Actualmente, se han descrito más
de 250 genes asociados a las distrofias retinianas, aunque se estima que
todavía faltan muchos por identificar.
Ante cualquier síntoma, acude al Oftalmólogo.
Información de… https://goo.gl/sS92Tu
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