martes, 8 de agosto de 2017

La Conjuntiva

Es el tejido delgado y transparente que recubre el interior de los párpados y cubre la parte blanca del ojo (la esclerótica). Se alimenta de pequeños vasos sanguíneos que son prácticamente invisibles a simple vista.

Su función es ayudar a lubricar el ojo mediante la producción de aceites y mucosas, así como a prevenir que entren microbios en el ojo.


Se divide en tres partes:

·         Conjuntiva palpebral o tarsal. Es la zona de las líneas de los párpados.
·         Conjuntiva bulbar u ocular. Cubre el globo ocular, sobre la esclerótica anterior. Esta región de la conjuntiva está estrechamente vinculada a la esclera subyacente por la cápsula de Tenon y se mueve con los movimientos del globo ocular.
·         Conjuntiva Fornix. Forma la unión entre la conjuntiva palpebral y bulbar. Es flexible, lo que permite la libre circulación de los párpados y el globo ocular.

Los trastornos de la conjuntiva y la córnea son una fuente común de problemas de los ojos, como:

·         Inflamación. La conjuntiva puede inflamarse debido a una infección vírica o bacteriana, o bien una respuesta autoinmune. Esto se conoce como conjuntivitis.
·         Leptospirosis. Es una infección causada por la bacteria Leptospira. Los síntomas pueden variar de ninguno a leves, como dolores de cabeza, dolores musculares y fiebre; a severos, como hemorragia de los pulmones o meningitis.
·         Conjuntivocalasia. En las personas mayores, la conjuntiva puede estirarse, haciendo que se formen pliegues conjuntivales, una condición llamada conjuntivocalasia. Los síntomas van desde el ojo seco, irritación, dolor localizado, sensación de cuerpo extraño, hemorragia subconjuntival y ulceración.
·         Tumores. La conjuntiva puede verse afectada por tumores que pueden ser benignos, pre-malignos o malignos.


Información de.. https://goo.gl/LeuQz2

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