Células de los Ojos
Cada ojo
tiene 107 millones de células, y todas ellas son sensibles a la luz.
Existen
dos tipos diferentes de células fotosensibles en la retina denominadas bastones
y conos estando cada una especializada en un tipo de recepción.
Los
Bastones:
Informan
exclusivamente sobre la claridad u oscuridad de una escena. Contienen un
pigmento cuya sensibilidad máxima se sitúa en los 510 nm, en la parte
correspondiente al verde del espectro. Su eficacia es enorme, pues somos
capaces de ver objetos iluminados por un pequeño resplandor luminoso. Estas
células están situadas fundamentalmente en la periferia de la retina y van
disminuyendo de número conforme nos acercamos al centro del globo ocular,
llegando a desaparecer en una pequeña depresión de 0.25 mm. de diámetro llamada
fóvea centralis. Esta disposición de los bastones hace que, en una oscuridad
casi total, los pequeños cambios de intensidad luminosa que ocurran "en la
periferia" pasen menos desapercibidos que los que ocurren en el espacio
que estamos enfocando frente a nosotros. En las situaciones con niveles muy
bajos de iluminación somos capaces de percibir objetos, cambios de intensidad
luminosa y como consecuencia, movimientos pero en absoluto podremos discernir
colores.
Los
Conos:
Cuando
el nivel de iluminación aumenta y comienzan a ser excitados los conos mediante
la radiación luminosa entrante, empezamos a observar colores. Estas células,
conectadas directamente cada una de ellas con el cerebro por medio del nervio
óptico, están distribuidas de forma inversamente proporcional a los bastones:
la fóvea está completamente recubierta de ellas y van disminuyendo conforme nos
alejamos hacia los extremos de la retina donde llegan a desaparecer. La
inserción del nervio óptico en la retina está exenta de células receptoras y se
denomina punto ciego. Existen tres clases de conos: los capaces de producirnos
la sensación de rojo, los que nos producen la sensación de verde y los que
producen la sensación de azul.
Para
enviar la información al cerebro, ambos tipos de células terminan en la llamada
sinapsis con la que se unen a las neuronas. El otro extremo de las células
contiene las moléculas capaces de absorber la luz. Estas moléculas de una
proteína llamada Rodopsina parecen tener la posibilidad de girar alrededor de
uno de sus enlaces dobles cuando les llega luz, modificando su geometría
-isomerización- provocando los cambios de potencial eléctrico que el cerebro
procesa.
Con
información de… https://bit.ly/2O6aWJH
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio