Falsos estrabismos
El falso estrabismo (o
pseudoestrabismo), no se trata de ninguna enfermedad. Es una condición de los
propios ojos o los tejidos de alrededor que simulan un estrabismo: parece que
algún ojo se desvía. Sin embargo los ojos realmente están alineados.
La sensación de estrabismo a
veces es muy fuerte, y en ocasiones resulta difícil convencer a los padres de
que su niño no tuerce. Digo lo de los padres porque como veremos, la mayoría de
los falsos estrabismos se producen durante la infancia, y son los padres los
que se angustian. Y como las pruebas que descartan un estrabismo son muy
rápidas y no requieren aparataje, es habitual que los padres, que están
constantemente con el niño y que sí “le ven torcer”, no se queden conformes con
que el oftalmólogo descarte tan rápido el estrabismo.
La base de la nariz es la
causa más frecuente de falso estrabismo, típico de niños pequeños, puede
constituir un 30% o más de los pacientes que remiten al oftalmólogo infantil
con sospecha de estrabismo. Consiste en una disposición particular de la cara
del niño pequeño. Ojos más bien separados, y el puente de la nariz está poco
desarrollado, todavía plano. Parece como si “sobrara piel” entre los ojos, y se
forma un repliegue cutáneo que parece que cubre un poco la parte interna del
ojo.
Este pliegue interno se
llama epicantus, y no implica ninguna enfermedad. Con el crecimiento de los
huesos de la cara, el puente de la nariz va desarrollándose y “traccionando” de
la piel. El epicantus desaparece y queda al descubierto el canto interno del
ojo. Por lo tanto, la sensación de estrabismo va desapareciendo conforme crece
el niño. Algunos padres lo entenderán como el estrabismo se va corrigiendo por
sí mismo.
¿Qué tiene
que ver que los ojos estén algo separados o la piel cubra la parte interna del
ojo, con que parezca que están desviados? Para entenderlo tenemos que darnos
cuenta cómo descubrimos (o creemos descubrir) que un niño tuerce un ojo hacia
adentro. Cuando uno no tiene estrabismo, los ojos están alineados,
aproximadamente paralelos cuando miran de lejos. Con la mirada de frente, el
iris y la pupila quedan centrados, y “lo blanco del ojo” (la esclera) se ve a
ambos lados del iris.
Si un niño
tuerce un ojo hacia adentro, ese iris se mete “hacia la nariz”, con lo que
apenas vemos esclera entre el puente nasal y el iris. Si el niño tiene
epicantus, la esclera próxima al puente nasal queda cubierta, así que aunque el
iris no se mete hacia adentro, parece que sí:
Cuando
miramos al niño de frente, la sensación de estrabismo no es tan grande porque
los ojos estarán simétricos, y más o menos todos intuimos que en el estrabismo
hay un ojo desviado, no los dos. Sin embargo, cuando el niño mira de lado,
queda una pupila alejada de la nariz que parece que es con el que nos mira, y
el otro ojo parece torcido. Realmente es un ojo alineado, pero como está
parcialmente cubierto con el repliegue de la nariz, da la sensación de
estrabismo convergente.
Información
de… https://goo.gl/pRbZSK
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